Papiloma o Verruga Plantar

¿Qué es un papiloma?

Los papilomas o verrugas plantares son lesiones pequeñas hiperqueratósicas y circunscritas (suele aparecer un anillo córneo blanquecino a su alrededor), de carácter benigno, ocasionada por el virus de papiloma humano (VPH), de la familia de los papovavirus.

Papilomas Planta Pies | Verrugas Plantas Clinica Podologica EMODE | Podologo Alicante




Se denomina papiloma porque al raspar la lesión con el bisturí, se observan unos puntos de color marrón negruzco sangrantes denominados papilas. Esto nos ayuda a diferenciarlo de las durezas o clavo plantar, que no presentan papilas. Además los papilomas no presentan dermatoglifos.

Otro dato que lo diferencia de una dureza es el dolor al pellizco, que suele ser más intenso que a la presión con el dedo. En un heloma o clavo, suele doler más a la presión perpendicular que al pellizco.

Existen más de 100 genotipos diferentes del virus de papiloma humano, pero los que ocasionan las verrugas plantares o papilomas, son los genotipos 1, 2, y 4.

Los papilomas o verrugas plantares, pueden aparecer de forma aislada o múltiple, en forma de mosaico.

El periodo de incubación puede ir desde 2 hasta 20 meses. En el pie suelen aparecer entre los 6 y 18 meses posteriores a la infección.



¿A quién afecta el papiloma?:

El papiloma en la planta de los pies, puede afectar a cualquier edad, aunque el rango máximo de incidencia está en torno a los 12-16 años.

La población con más riesgo de infección por el papiloma plantar son los adolescentes, jóvenes, e individuos con mucho estrés o con las defensas bajas.

¿Cómo se contagia el papiloma plantar?:

El contagio se produce por contacto directo con el virus o con el tejido descamativo del virus. También es posible el contagio por contacto directo con material infectado por el PHV o por autoinoculación.

En cualquiera de los casos siempre es necesario estar en contacto el virus, pero además, existen otros factores predisponentes que favorecen la infección del virus.

Factores favorecedores del papiloma:

  • Heridas: ya que permiten la entrada del virus.
  • Calor y humedad: esto puede estar provocado por un calzado poco transpirable, exceso de sudoración, calcetines de fibra sintética, etc…
  • Sistema inmunológico: un sistema inmunitario disminuido favorece la infección del virus.
  • Falta de higiene.
  • Los lugares donde las personas se pueden infectar suelen ser en piscinas públicas, y en duchas comunes, por ejemplo, en gimnasios. Para prevenir el contagio en estos sitios se hace imprescindible el uso de chanclas o calcetines de agua.

Los papilomas son muy contagiosos, por lo que se aconseja limpiar la bañera después de cada uso con lejía, usar una toalla aparte para secar el pie infectado, y no intercambiar calzado con otras personas.

También se puede producir auto contagio al manipular el papiloma de forma incorrecta, pudiendo diseminarse la lesión en otras áreas.

Tratamiento del papiloma plantar:

Existen diversas alternativas que el profesional valorará en función del paciente y del tipo de lesión.

El número de sesiones también varia dependiendo del tipo de papiloma y del tratamiento utilizado. Por ejemplo, en zonas de presión, pacientes con neuropatías, niños, ancianos.. se emplearán ácidos más débiles aunque haya que incrementar el número de sesiones…

Conviene acudir al especialista lo más pronto posible, ya que, cuanto más se deje, la lesión puede aumentar y con ello el dolor y el tiempo que costará eliminarlo.

Algunos de los tratamientos empleados en el papiloma o verruga plantar son:

  • Tratamiento químico: ácido nítrico, ácido salicílico, ácido tricloroacético, ácido monocloroacético, nitrato de plata, cantaridina, podofilino, 5-fluororacilo.etc…
  • Crioterapia: nitrógeno líquido, hidrógeno líquido (este último en desuso).
  • Bleomicina: antibiótico citostático que se utiliza inyectado intralesional. Se trata de un tratamiento más caro, y es mucho más agresivo por lo que está contraindicado en; niños, mujeres embarazadas o en edad fértil, pacientes con problemas circulatorios, cardíacos, renales o hepáticos.
  • Cirugía: el tratamiento quirúrgico en la planta del pie se utiliza como último recurso por la gran incidencia de queloides, estando contraindicado en zonas de presión.